Los taxistas ofrecen ahora bajar tarifas si se reducen los costes

Proponen 24 medidas para ganar eficiencia y recuperar los clientes perdidos. Las organizaciones plantean aprovechar la recesión para modernizar el sector

Coger un taxi tiene un precio casi prohibitivo y más en tiempos de recesión. Siete años de subidas por encima del IPC han hecho perder clientela a un sector que se enfrenta a una de las peores crisis de su historia. Pero los profesionales de la flota están dispuestos a reconducir la situación y ayer anunciaron que propondrán una bajada de las tarifas si consiguen reducir los costes de explotación del servicio. Para lograrlo, los taxistas han hecho sus deberes y han elaborado un plan con 24 propuestas que permitirían, además de modernizar el sector, hacerlo más eficiente y por lo tanto más asequible. La pelota está ahora en el tejado de la administración, especialmente en el del Instituto Metropolitano del Taxi (IMT), que regula el sector.

Las 12 principales organizaciones del taxi --que representan al 80% de los empresarios, autónomos y asalariados metropolitanos-- se pusieron ayer de acuerdo, algo no muy frecuente en el sector. Pero es que la crisis que azota a la flota negra y amarilla no es para menos. Cuanto menos, las recaudaciones han caído un 20% de día y el doble de noche. Los últimos en llegar al sector, que compraron las licencias a precios de oro y están pagando fuertes cuotas para amortizar el crédito, "tienen muchos problemas para llegar a final de mes", lamentó Josep María Goñi, secretario general de la Federació Catalana del Taxi (FCT).

Remontar una situación tan peliaguda no es fácil. Según Goñi, el margen de beneficio de los taxistas se ha reducido exageradamente e incluso en algunos casos ya empiezan a haber números rojos. El promedio de ingresos ronda los 138 euros día y los gastos han trepado hasta los 140 euros diarios. "Se ha de trabajar más barato para recuperar clientes", indicó el dirigente de la FGT. Pero no a cualquier precio. "Primero se ha de conseguir una rebaja de los gastos de explotación, porque trabajar por debajo del precio de coste conduce directamente al cierre", advirtió Joan Alarcón, presidente de la división de autónomos de Pimec.

20 EUROS AL DÍA

La única manera de reducir costes pasa por lograr una mayor eficiencia del servicio y eso se consigue con medidas como la habilitación de más carriles específicos (que aumentan la velocidad comercial) y de más paradas, el abaratamiento de los gastos administrativos del IMT (con la implantación de sistemas telemáticos), el uso de combustibles alternativos, la creación de una gasolinera autogestionada, la gratuidad temporal de la zona azul y la apertura de nuevos mercados, entre otras. Con iniciativas así, Goñi calcula que se podrían reducir los gastos "en 20 euros diarios".

Entre las medidas imaginativas, destacan la ampliación del servicio del taxi a ciudades metropolitanas que ahora están fuera de la jurisdicción --como Rubí, Barberà del Vallès, Badia del Vallès y Sant Andreu de la Barca-- y donde el número de taxis por habitante es menor que en territorio metropolitano. De esta forma, se reajustarían las licencias existentes, en vez de crear nuevas en los municipios deficitarios. También se propone crear un taxi comunitario subvencionado que dé cobertura a las urbanizaciones que actualmente carecen de transporte público.

La presidenta de la Asociación Empresarial del Taxi (AET) destacó "el consenso" conseguido por el documento. Prueba de ello es que todas las organizaciones firmantes del plan se comprometen a realizar "cuantas acciones sean necesarias" con tal de lograr que el Sindicat del Taxi de Catalunya (Stac) --la única de las organizaciones históricas del sector que ha quedado fuera del pacto-- también se sume a las propuestas. Los taxistas debatirán su plan el jueves con el IMT y también planean reunirse con todos los grupos del Ayuntamiento de Barcelona.