Juzgan a un taxista por negarse a llevar a una parturienta al hospital

El fiscal pide 12 meses de multa por omisión del deber de socorro

R. Laguna, ValenciaNadie podía pensar que el nacimiento de María llevaría a un taxista al banquillo de los acusados para ser juzgado por un tribunal popular. Ayer, el fiscal pidió que se condenara a Jesús O. H., taxista de profesión, por un delito de omisión del deber de socorro al negarse a llevar a una mujer al hospital cuando se encontraba a punto de dar a luz con un desprendimiento de placenta.

Estos son los hechos que expuso el fiscal Jaime Cussach ante un jurado de la Audiencia de Valencia, tras pedir una pena de doce meses de multa con una cuota diaria de 10 euros más el pago de las costas procesales.

Según su relato, que coincidió con lo declarado por la pareja denunciante, el 9 de diciembre de 2006, María José B. A., embarazada de siete meses, sintió dolores y comenzó a sangrar, por lo que su marido decidió coger un taxi para ir al hospital.

Eran las 17.40 horas. El marido bajó corriendo y paró el primer coche que vio indicándole que se dirigiera a la calle Serranos donde su mujer esperaba embarazada y sangrando, y le pidió que les llevara al hospital La Fe. En el semáforo de Blanquerías, Daniel N. P., le pidió al taxista que se saltara el semáforo.

El taxista le dijo que les llevaría a su manera y, al llegar a la esquina con Serranos, la mujer subió y le preguntó al marido por qué había tardado tanto.

Según declaró María José, aún no había cerrado la puerta cuando el taxista les dijo que cogieran otro vehículo, que él no les iba a llevar.La pareja bajó y paró un turismo particular que iba detrás y le pidieron que les llevara al hospital.

La conductora, Josefa O. G., declaró ayer que la mujer, visiblemente embarazada, tenía muy mala cara y que el marido estaba muy nervioso. Los llevó sin tener que saltarse ningún semáforo porque no había tráfico y los cogieron en verde.Al llegar a La Fe, la mujer entró directamente al quirófano y a las 18.20 horas nacía María.

La madre estuvo una semana hospitalizada al haber sufrido un desprendimiento de placenta. La pequeña nació prematura y estuvo un mes ingresada. Un perito indicó que la niña podría haber fallecido. El taxista negó que le dijeran que era una emergencia y no vio que la mujer estuviera embarazada.

Declaró recordar que un hombre subió y comenzó a gritarle que se saltara los semáforos, lo que podría haberle acarreado quedarse sin licencia.